miércoles, 20 de mayo de 2015

Pedazos de un testamento tardío del padre de Mara



A según qué profundidades
las alarmas humanas
del vértigo del horror
de la transmutación
de la despersonalización
del despojarse del nombre
o el simple intercambio
de seres
no funcionan se apagan
como los luceros tristes
sin amanecer ni alba.

En esos territorios inhóspitos
plagados de fosas y huesos
del polvo pasado
despiertan los males y demonios
propios y ajenos
y es mejor vendarse los ojos
taponarse los oídos
y seguir adondesea
sin porvenir
como mula venciendo
el sentido del viento.
Solo ahí las nubes
regresan agrietadas
y nos vuelve a llover.
Agua de bautismo
nuevo renacer en la memoria
de nuestro antiguo
                                   nombre
con canciones de nueva
                                   esperanza
la que sacrificada
resurge y medra
en el óvulo todavía amargo
por haber apostado
hacia arriba en lugar
del fondo de un abrazo.

Salir aleatoriamente
de esos abismos
es lo único que se me viene
en estos consejos a deshoras
pues suerte azar y trabajo
deben unirse con voluntad
obcecación y fuerza.
Coraje del alma
para transitar traspasar
y erigirse como sí misma
antes después durante.

Lo demás solo la sombra
renovada en los alrededores
de próximos oasis
os revelará como fuimos
como pudimos ser
y como no nos queda más remedio
que ser siendo.



Paula Mocinho Novoa
Santa Coloma de Gnet, sábado 20.04.2013