domingo, 27 de septiembre de 2015

Breve parábola sobre la verdad





- Maestra, ¿hasta qué punto soy responsable de mi palabra y obra si quizás en muchos momentos vivo sin pensar, inconsciente?

- Querida Mara, qué bien que hayas alcanzado la libertad máxima que es el vivir libre en la vibración espontánea, el único modo en el que el SER es sin juicio.

- Pero, ¿no estaré siendo irresponsable en mi proceder? ¿O egoista?

- Querida niña, la verdad puede esconderse a propósito, pero siempre que el SER aflore la VERDAD emerge. Y la VERDAD, sea del signo que sea, es imprescindible para el VIVIR y el CONVIVIR.

La maestra hizo una pausa, contempló el cielo unos segundos, sonrió complacida y añadió:

- Y para el morir.

Al cabo de unos días, encontraron el cuerpo inánime de la maestra al lado de la roca en la que impartía sus enseñanzas.